Esta iniciativa lucha por derribar los prejuicios contra los gitanos de los Poblados Marítimos mediante un programa musical de colaborarión
TERESA M.BLESA
Cuando alguien disfruta se nota. En el ambiente, en un pie que se escapa y no controla sus golpes contra el suelo, en una sonrisa o un ‘¡olé!’. Ayer la Sala Iturbi del Palau de la Música disfrutó. Los niños flautistas sonrieron allí arriba en el escenario, los músicos no controlaban los pies, los jovencísimos cantantes hinchaban el pecho orgullosos y las bailarinas taconeaban, apasionadas, las tablas,. Todo ellos, colaboradores del ’Proyecto Singa: un sueño compartido’, presentaba su primer disco titulado Flaumenco. Un disco que es mucho más que un disco, y no solo por el sorprendente nivel de un grupo tan joven...
Comentarios